Llego a casa,y no vio nada.
Encendió la luz,pero sigo sin ver nada.
Se quedo parado en el centro del marco de la puerta,observando...
Y no veía nada.
Entro hasta el comedor,se saco la chaqueta y se quito la corbata.
Veía una habitación moderna,llena de lujos y comodidades...
Pero seguía con la sensaciòn de no ver nada.
Busco por todas partes,debajo de la mesa,detrás de las sillas, dentro de la bañera,
pero no encontraba nada.
Un momento dado,cuando pensaba que esa sensaciòn terminarìa por asfixiarlo,escucho que tocaban al timbre,y casi sin pensarlo,fue recibir la visita.
Cuando abrió,empezó a ver algo...
Su sensaciòn,por un momento,ni la recordó.
Tenia enfrente a una chica,una cabeza mas baja quizás,vestida con un uniforme rojo de alguna pizeria, y con una gorra que ponía "Leo-nardo Italiano".
-Buenas noches,disculpe que le moleste a estas horas,supongo que esta cansado...-empezó a decir la chica.
-Es que me han encargado una piza y dos cervezas al piso de enfrente,pero nadie responde...y la verdad,es mi ultimo encargo esta noche.Podría usted ayudarme?
Aquel hombre,no sabia como demonios le estaba pasando eso.
Había entrado en su casa,y casi le da un depresion por una sensaciòn de vació,de "Nada", y de golpe le aparece una muchacha,vestida de pizera y desaparece la sensaciòn.Para colmo,estaba terminando su turno y tenia cena para dos...
Aquello,parecía echo a propósito.
El hombre empezó a reír,y le explico lo ocurrido a la chica.
Entonces,empezaron a hablar y reírse de la situación,y tanto fue que pasaron así toda la noche.
Se zamparon la pizza y ni rastro de las cervezas.
Aveces,ni nosotros mismos compren-demos estas señales que nos da la vida,pero si no las aprovechamos,podemos pasar toda la vida "Sin ver nada".
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